18/05/2025
A 50 años de la muerte de Aníbal Troilo, demolieron su casa natal pese a estar protegida: la ilusión que abraza su familia

Fuente: telam
Mientras en muchas ciudades del mundo se recuerda la obra del gran bandoneonista, en la Argentina sus herederos se lamentan por la demolición de la casa que lo vio nacer, ocurrida hace dos semanas sobre la calle José Antonio Cabrera 2937. Había sido declarada de Interés Cultural por la Legislatura porteña
>“Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? Si siempre estoy llegando“, comentó una vez Aníbal Troilo. Este 18 de mayo, se conmemoran ni más ni menos que 50 años de la muerte del bandoneonista nacido en el Abasto. Y, mientras en todas partes del mundo se lo homenajea recordando su obra, en la Argentina su familia se lamenta porque aquella casa de la calle José Antonio Cabrera 2937, donde nació, ya no existe.
El maestro había llegado al mundo en ese domicilio el 11 de julio de 1914, como fruto del matrimonio de don Aníbal Troilo y Felisa Bagnoli, quienes también tenían a Marcos y Concepción. Fue su padre quien lo apodó Pichuco. Y fue su madre quien, cuando él tenía apenas 10 años y ella ya había enviudado, le compró el primer bandoneón por 140 pesos de entonces a pagar en 14 meses, lo que resultó una ganga ya que después de la cuarta cuota el vendedor desapareció.
Y agrega: “Esa casa también había estado a punto de ser demolida. Había pertenecido a la familia Troilo y después a una sobrina, que la vendió a un particular. Y a lo que nosotros aspiramos es que, alguna fundación o algún empresario, tengan el mismo gesto que tuvo Eduardo Eurnekián con la casa de Carlos Gardel, que la compró y la donó al Gobierno de la Ciudad para que hiciera un museo. Tenemos la ilusión de que, ahí, se haga el Museo Aníbal Troilo dedicado al bandoneón. Así que, esperemos que por una vez, podamos preservar el patrimonio de artistas que son inmortales”.
Pichuco debutó a los 11 años en un bar pegado al mítico Mercado del Abasto, luego integró una orquesta de señoritas y, cuando cumplió los 14, formó su primer quinteto. Tocó junto a Osvaldo Pugliese, Juan Pacho Maglio, Julio de Caro, Juan D’Arienzo, Ángel D’Agostino, Juan Carlos Cobián y grabó a dúo con el maestro Astor Piazzolla. Hasta que el 1 de julio de 1937 debutó con su Orquesta Típica en la boite Marabú, junto a Orlando Goñi, Enrique Kicho Díaz, Roberto Gianitelli, Juan Miguel Toto Rodríguez y el cantor Francisco Fiorentino. Y, con el tiempo, cantaron junto a él Roberto Rufino, Roberto Goyeneche, Elba Berón, Tito Reyes y Nelly Vázquez. Pero, entrados los años ‘60, decidió empezar a correrse del rol de ejecutante para dedicarse de lleno a la dirección.El 3 de noviembre de 1966, Troilo se casó por iglesia con la griega Ida Dudui Calacci, a quien todos conocían como Zita. La relación había empezado unas décadas antes, allá por el año 1938, cuando ella lo había ido a ver tocar junto a su madre y él quedó prendado por sus encantos. ¡Si hasta dejó, aunque con algunas excepciones, sus noches de bohemia y whisky por estar a su lado! Decía que, después de haberse cruzado con ella, se había acabado el planeta para él. Y no tardaron en empezar a convivir.En tanto, el 3 de agosto del año 1971, finalmente, ambos dieron el sí por primera vez en el Registro Civil de Buenos Aires. Aunque, según cuenta la leyenda, también habrían concretado otras bodas previas vía México y Uruguay, ya que ella estaba separada de su primer marido y la ley local recién le permitió formalizar su pareja con Troilo cuando enviudó.“Yo sé que la gente me quiere. No sé si soy un ídolo. Por otra parte, no soy tan vanidoso como para creerme eso. ¿Buenos Aires? No, qué voy a ser Buenos Aires... Pero yo quisiera ser media calle de un barrio cualquiera de mi ciudad”, dijo en alguna oportunidad, imaginando la manera en la que podrían homenajearlo tras su partida. Falleció a los 60 años en el Hospital Italiano, luego de haber sufrido un derrame cerebral y varios paros cardíacos. Sus restos descansan en el Rincón de los Notables del cementerio de la Chacarita, junto a otros grandes del tango. Y en Almagro, hay un Pasaje que lleva su nombre, además de varias plazoletas y monumentos levantados en su honor en todo el país y en distintas partes del mundo.
Fuente: telam